Me raspe las rodillas, mis manos se han llenado de sangre y mis ojos han derramado demasiadas lagrimas. Pero, ¿sabes qué? Comienzo a ver la luz y no precisamente por medio de tus ojos. ¿Recuerdas el hoyo donde tantas veces me dejaste caer? eh vuelto a subirlo una vez más pero esta vez será la última. Lo eh sellado tras mi salida, pero antes deje caer mi corazón, mis recuerdos, mi sonrisa, mi ilusión y mi esperanza. Quizás no esté bien ahora, pero sé que más adelante lo estaré. Y estaré bien sin ti.