domingo, 29 de junio de 2008

Karma

Mis vecinos no dejaban de tocar una bocina de automóvil, solo lo hacían para molestar a los demás. Sonó una vez, dos veces, 10 veces me moleste Salí corriendo a decirle que si la sonaba una vez más iba a tener grandes problemas conmigo. La volvió a sonar no una sino tres veces, Salí le repetí lo mismo; él la volvió a sonar. Tome mi celular y marque. Ellos me escucharon sabían que estaba llamando a la policía se molestaron pero a mí no me importo pues ellos tienes más que perder que yo. Su madre que nunca salió a corregir a su hijo por alterar la paz de sus vecinos en ese momento salió y vocifero: “Si quieren joder, yo voy a joder” que estúpida después se quejan si le echan la culpa a las madres por criar delincuentes. Me tranquilice, los policías jamás llegaron así que estaba decidida a esperar al lunes para llamar a sección 8 (programa de vivienda para familias de bajos recursos sin hogar) y dar la queja ya que una mas y los votan.

Error, error, No sabes que te espera Karlita…. No jodas a tu prójimo.

El día continuo bastante normal. Llegan las 8:30 p.m. y me da hambre. Le comento a Jaime que deberíamos ir a comer y a buscar unos revelados en “walgreens” pero yo no tenía ni un peso pero si la ath de mi mama con una gran cantidad de dinero, no lo pensamos dos veces. Antes de irnos le digo a Jaime: “No estará mal hacer esto” pero él no titubeo y me convenció no que no era una mala idea. Fue ahí cuando todo comenzó a salir mal. Coge a la izquierda vamos a la cooperativa, Jaime llego al banco. Strike uno. El banco tenía fila y una supuesta luz que nunca vi (solo la vio Jaime) que anunciaba que el cajero automático pronto se quedaría sin dinero. Decidimos ir directamente a “walgreens” y sacar el dinero de allá con la ath de mami. Strike dos. Jaime se bajo le di el número incorrecto de “pin” (sin saberlo) y va en busca de mis fotos y el dinero. Son $15.49 le dice la cajera, él le da la ath y cuando entra el “pin number” [beep beep beep] vuelven e intentan pero Jaime está entrando mal los dígitos. Decide ir al cajero automático dentro de la tienda para sacar el dinero ya que como la ath estaba doblada podía ser que estuviera fallando en la caja. Entra la ath e intenta una vez, dos veces y [puf] El cajero retuvo la ath de mi mamá en caguas, la cual yo no estaba autorizada a utilizar.

Mal karma, mal karma.

“Las mentiritas blancas son las que nos ayudan a ver la luz al final del camino”

Pd. Una linda historia nos ayudo a salir de apuros y mi mama jamás supo que sucedió en realidad.

Felicidad empolvada

Sonrió, sonríe, sonreímos ¿Porque todos están tan felices? Jamás había visto un lugar con tanta felicidad en el ambiente. No siempre fue así, todo esto comenzó apenas unas horas atrás. Un chico de algunos 24 años y unos 6’ de estatura traía consigo la felicidad hecha polvo. Su saco color verde contenía polvo mágico que a todos regalo y con el cual todos felices estaban. No quise probar aunque la curiosidad me mataba por dentro.

Él lo probo y me dijo: “Me gusta, deberías intentarlo. Te sentirías mejor” No supe que hacer pues no sabía que me esperaba, aun así lo intente. Los primeros segundos no sentí nada, pero notaba que me comenzaba a soltar. Mi corazón aceleraba cada vez mas y mis ojos estaban más abiertos. Me gusto y lo seguí haciendo, solo que ya no me hace tan feliz como al principio.

martes, 17 de junio de 2008

Días de encierro

Día 75
Hoy es un lindo día o al menos eso percibo por las ventanas desde aquí. Llevo meses encerada sin saber porque. ¿Mate a alguien? Porque es la única razón que pueden tener para llamarme asesina. No recuerdo nada, quizás es por las pastillas que me traen en las mañanas esas mujeres vestidas de rojo. Siento que me falta el aire, este lugar es asfixiante. Todo es tan oscuro, duermo en el suelo y hago mis necesidades en una esquina. Hay ratones por todas partes. ¿Pero dónde estoy?¿Quien me trajo aquí? Tengo tantas preguntas y ni una sola respuesta. Creo que puedo escaparme de aquí. Llevo una semana planeando como lo hare.

Día 83
Llueve mucho allá afuera pero como sea hoy será mi ultimo día aquí. Ya podre dejar de usar estas líneas que me atormentan. No sé que hay afuera pero sea lo que sea será mejor que aquí. En unos minutos vendrá esa mujer y yo usurpare su lugar. Dios mío! ¿Qué hice? Tengo sangre en mi rostro. La mate. No tengo tiempo que perder, utilice su ropa y Salí de aquel lugar. Corrí sin detenerme hasta lo que pensaba era la salida pero era mi nueva condena.

Día 95
Aun estoy aquí y no podre escapar jamás. Escribo sobre la pared para no perder la razón. Ya sé donde estoy y porque estoy aquí. Estoy en una prisión de máxima seguridad porque te matare.

Día 130
He comenzado a ver todo con claridad. Todo se ha vuelto claro para mi, esta habitación no es tan oscura como parecía, no duermo en el suelo ni siquiera mis necesidades hago ahí. Las mujeres vestidas de rojo en realidad están vestidas de blanco. Estoy en un hospital siquiátrico porque quise matarme a la persona que vive en mi cabeza. Soy Lorena y pronto saldré de aquí. Lo tengo todo planeado.
-P.M.!

domingo, 8 de junio de 2008

Una llamada...


¿Cuántos de nosotros no vivimos a la espera de una llamada? Una llamada de amor, de trabajo, de negocios o simplemente de malas noticias. Varios años atrás mi vida dependía de una llamada. Una que me dijera que hacer, que pensar o a quien amar. Ya no es así. La complejidad de la vida me ha llevado a vivir en la espera de muchas otras cosas “más importantes” que una llamada. Sin embargo, yo prefería una llamada.

Porque aunque parezca estúpido es mucho mejor esperar por esa llamada que te hará reír, que esperar el cheque de la quincena que te hará llorar. Es mejor esperar la llamada para saber cómo sigue de salud una madre, que esperar una carta que diga que murió y nunca pudiste asistir. Aunque hablar por teléfono en los últimos años ha sido sustituido de una u otra manera por el internet, no se comparan en lo absoluto. Podrán decir que hablar por teléfono es para quinceañeras, pero yo que ya he vivido unos añitos más y me doy cuenta de la importancia de una llamada como las palabras que acompañan a esta.

Ring, Ring!!
Hola! Solo llamaba para decirte lo mucho que te amo y la falta que me haces.


Estas son las cosas que no cambio de esperar una llamada.

- Petra Martínez

Un "test"

Hace algunos días me llamo mucho la atención un test que estaba ofreciendo una página femenina en internet. El tema era alusivo a la serie televisiva Sex and the City. Desde que se dio a conocer la nueva película de esta famosa serie neoyorquina han surgido varias cosas. El test se llamaba ¿A qué chica de sexo en New York te pareces? Era un test de selección múltiple de las cuales 5 eran acerca de como seria tu relación con el jefe, ropa y bebidas alcohólicas, 4 de sexo y una de la infidelidad.

De la selección múltiple de 10, una en particular me llamo la atención. ¿Fiel tú? Tu opinión sobre la infidelidad a) Es algo evidente cuando se está enamorado b) Es un objetivo que siempre debemos tener en mente aunque no sea fácil c) Es una prueba de respeto entre una pareja; es la base de la estadidad. d) No crees que sea posible a largo plazo ¿La infidelidad es parte importante de las relaciones de hoy en día?

Ocho de cada Diez parejas son infieles y las que no lo son, no duran lo suficiente. ¿Eso quiere decir que la infidelidad es la clave para que una relación de pareja sea duradera? El mundo está dando demasiadas vueltas o me estoy poniendo vieja y me eh convertido en una mujer "conservadora". La infidelidad se ha convertido en una práctica bastante popular en las parejas de hoy en día, sin embargo nadie aun sabe perdonarlo del todo.

Tome la respuesta C. Mis respuestas dieron como resultado un parecido con Samantha. Considerándome como una persona completamente sexual, con la necesidad de sentirme querida mediante el sexo, independiente, liberal, egoísta, valiente, odiando las relaciones convencionales y una mujer feminista. No sé que tanto me podre parecer a este personaje, pero seguramente no lo suficiente como para creerle a un test que de seguro fue inventado por alguien con mucho tiempo que perder.


-Petra Martinez

miércoles, 4 de junio de 2008

De vuelta aquí... Déjeme informarles que aun no ha pasado nada extraordinario en mi vida que se merezca contar. Pero les diré que estoy escribiendo una historia que le acordara mucho a la de sus abuelos y a las historias que estos les contaban. También estoy haciendo una listita de datos que poca gente conoce acerca de la primera guerra mundial. En cuanto a lo personal como les dije anteriormente no ha pasado nada de otro mundo que no sea lo mismo. Solo les anticipo que pronto cumplire 20 y creo que ese día caeré en depresión.

lunes, 2 de junio de 2008

Una fotografía

Si la vida es una película y las películas son fotografías en movimiento; ¿Mi vida es una fotografía? ¿Una foto alegre o triste? ¿Quién sera el fotógrafo? ¿Algún ser supremo o yo seré la fotógrafa y la modelo? No tengo la más mínima idea y sinceramente jamas sabré pero intentare crear una respuesta convincente que me haga sentir que mi vida es un baúl de fotos felices.


Varios días duro mi incansable búsqueda de fotos que representen un momento de mi vida. Fotos de mi nacimiento, mi primer cumpleaños, mi primer día de clases, mi primer amor y desamor, mi familia, mis amigas, en fin fotos de lo que realmente soy y de lo que disfruto. Me sorprendió enormemente la cantidad de fotos que conservo, me hicieron recordar grandes momentos que ya se habían borrado de mi memoria. Muchas caras, muchos lugares, muchas vivencias, viejas amistades que jamas volverán o que simplemente ya no son como antes, mi vieja escuela donde tantas maldades hice, etc. Es increíble como echarle un simple vistazo a una foto te hace recordar tanto.


Aún no se exactamente la respuesta a muchas cosas de la vida pero si se que tal vez mi vida no sea una película pero si tiene suficientes fotos como para crear la mejor. La alegría y la tristeza son muy relativas pero fueron más sonrisas que lágrimas las que obtuve al pasar cada fotografía. ¿El Fotógrafo? Aún no se, ¿Tu sabes cual es el tuyo?

-Petra Martinez

Viaje en automovil # infinito


Hoy emprendí uno de tantos viajes en automovil y aunque era exactamente igual a todos los anteriores, había algo diferente. Por un instante volvi a hacer aquella niña de unos 7 años que siempre miraba por el cristal del automovil para conocer todo lo que mis ojos podían ver y así crear las magnificas historias que le contaría a mis muñecas o a mi pequeño diario. Las diferentes formas y colores que tenían los árboles era sorprendente cada uno parecía ser la puerta de un mundo lleno de brillantes colores. El cielo estaba azul tan azul que lograba que el sol se viera más brillante que todos los días y las nubes creaban divertidas figuras que al final parecía que me sonreían. Era un día perfecto y mis pensamientos eran tan puros que olvide el propósito real del viaje dandome así una oportunidad para imaginar.

Mi madre me levanta temprano en la mañana para que me prepare porque mi papá [que realmente era mi padrastro, pero como estuvo conmigo desde pequeña, me siento en la libertad de decirle "papá"] nos llevaría a dar una vuelta por la isla. Como era de esperar, yo ya estaba despierta y lista antes que mi mamá y mis hermanos llegaran a mi habitación. Yo amaba ir a pasear por eso nunca podía dormir la noche antes de salir. Mami, tenia una guaguita tres potes que aunque era viejita se veía como nueva y nunca nos dejo a mitad de camino. En ese automovil íbamos mis dos hermanos menores, mi abuela, mi mamá, mi papá y yo; un grupo bastante grande para el tamaño del automovil pero todos íbamos tan contentos que no importaba ir apretados o en la falda de mi abuela. Desde Gurabo hasta Cabo Rojo, mi madre y mi abuela nos contaban a mis hermanos y a mi grandes historias de indios, españoles, hadas, fantasmas y buenas personas con finales felices como los cuentos de hadas.

Cuidado, vas a chocar! volví a la realidad. Estoy en un tercel gris, hacia un bonito día. Me lamento una y otra vez no andar con mi cámara para retratar tan lindos paisajes. Mi madre no es la que conduce sino mi suegra, a mi lado no estaba mi abuela o mis hermanos. Iba de paseo pero un paseo donde nadie hablaba ni imaginaba grandes historias. Ya no tengo 7 años, tengo 19 y ya no puedo continuar imaginando historias porque ya estoy viviendo una.