Abril fue un mes que literalmente voló. Entre cumpleaños y trabajos de la universidad mi mente no pudo volar, aunque ganas no le faltaron. Este mes mi hijo cumplió 3 años, que a la verdad pasaron volando. A veces lo quiero matar, pero verlo sonreír me hace el día. Durante este mes, mi odio hacia la regla creció, ¿tú sabes que es tener un aniversario en regla? Eso debería ser ilegal. Soy mujer y como tal necesito sexo y la regla llega justo cuando no es a ella a la que buscan por esos lares. En fin, fue un mes bueno, lleno de sonrisas y mal sabores, pero se gozó. Janguie con las Diablas, pase tiempo de calidad con mi familia y me disfrute “Mi nombre es Jamaica” de José Manuel fajardo.
Es curioso, tuve la oportunidad de escuchar a José Manuel Fajardo en una conferencia de prensa en la Universidad Sagrado Corazón hace dos años y aunque ya había escuchado acerca de su trabajo literario no fue hasta ese momento que sentí la necesidad de leerlo. Es un hombre sumamente inteligente, con los pies en la tierra y sobre todo con mucha imaginación. Además su esposa se llama Karla y ya con eso me cayó mejor. Busque, busque y busque y no encontraba nada. No fue hasta el año pasado en el “Festival de la palabra” que pude encontrar uno de sus libros. “Mi nombre es Jamaica”, es uno de esos libros que solemos ignorar por el título, pero que compramos por el escritor. Pero ¿saben qué? Este libro es de las mejores cosas que me he leído en los últimos meses. Es un excelente trabajo donde Fajardo logra llevarte de Tel-aviv a Paris, de Paris a Perú y de Perú a España. Con las historias de guerras, locuras, amores y persecuciones judeocristianas. Si quieren pasar un buen rato, vayan y cómprenlo, pero por favor no esperen hasta el próximo abril, mientras yo creare seductoras miradas que terminen sobre un colchón.