Soy un asco
para admitir hechos y mucho más si estas conllevan admitir
sentimientos. Intento omitir cosas e ir
directo al grano. Si lo hago y no
funciona, calmo mis deseos y me quedo sentada a esperar. Ahora bien, no
tardes, pues tampoco tengo mucha paciencia
cuando se trata de pasar días sin poder besarte.