Hace algunos años, tú sabes en esos de ignorancia, compre un libro llamado “La búsqueda de la Pareja Ideal”. Era el libro de mis sueños claro en ese momento y sin saber que me esperaba adentro. Recuerdo muy bien ese día, iba con unos “panas” para la playa. Y panas entre comillas porque no lo eran. Comencé a leer el libro con la ilusión de que me ayudaría. “Dibuja en un papel como quieres tu pareja, haz una lista de las cualidades que ese hombre debe tener” Claro, cada ejercicio iba acompañado de historias que aseguraban su eficacia. ¡Falso! Hice todo y nunca funciono. Tengo 22 años, un hijo y un novio y aunque soy feliz no fue exactamente lo que dibuje hace 9 años en aquella hoja que aún conservo con cierto recelo. Fue desde ese entonces que mi fe por los libros de autoayuda murió y mi pasión por la fantasía nació. Un libro, una semana será mi nuevo proyecto. Escritores conocidos y no conocidos en un mismo lugar para que elijas tú, el mejor.
miércoles, 19 de enero de 2011
jueves, 6 de enero de 2011
El niño y el lobo
Una vez, un niño graciosito y un tanto mentiroso tuvo la idea de hacerle una broma a todo el pueblo. Le dijo a su mamá que iría a jugar a un pequeño parque cerca del bosque; donde según dicen los ancianos del pueblo habitan lobos. “Juan, cuidado por ahí que tu sabe’ lo que dicen” Juan estuvo jugando en el parque cerca del bosque hasta la tarde la hora justa en la que su plan daría comienzo. Juan comenzó a correr hacia el pueblo “Por ahí viene el lobo, por ahí viene el lobo” Cuando todos se escucharon al niño todos comenzaron a correr en busca de un lugar seguro pero Juan estaba en el centro del pueblo riéndose de todos por como corrían asustados. La mamá regaño a su hijo fuertemente pero esto no fue suficiente como para que Juan no volviese a repetir su broma al día siguiente. Todos en el pueblo le comenzaron a tener odio al niño, lo llaman Juan el mentiroso. Juan comenzó a sentirse solo y triste así que jugaba solo en el parque al lado del bosque no para hacer una nueva broma sino que era donde único podía llorar sin que fuese visto. Una tarde, Juan estaba sentado en una piedra jugando cuando ve a lo lejos que una manada de lobos iba en camino al pueblo y comenzó a correr “por ahí vienen los lobos, vienen los lobos” y todos en el pueblo lo ignoraban y se reían de él mientras Juan corría en busca de un lugar seguro.
No esperes que las personas crean en ti, cuando solo dices mentiras. Ponte el sello si cae
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