miércoles, 9 de marzo de 2011

Hoyo

Me estoy cayendo y no puedo hacer otra cosa que no sea el gritar mientras agito mis brazos para intentar regresar arriba. Lo sé soy una idiota, nadie me escuchará y por más que agite mis brazos no podré regresar. Caigo en un lugar oscuro y profundo, sin embargo espero pronto recibir el golpe que me lleve al otro lado.

Quizás ya recibí el golpe y no sentí nada. Pero no creo, al menos hubiese escuchado mis huesos romperse en mil pedazos. Todo pasa tan lento, que escucho el tiempo conversar con el aire. Ya no recuerdo porque caí aquí. Seguramente alguien ha tenido que ver algo. Si tan solo pudiera recordar. ¡Piensa!

¡Crack! Tu me dejaste caer.

1 comentario:

Yesenia dijo...

Me gusta la sinceridad con la que escribes.