Siempre tenemos la imagen. Siempre… El que
diga lo contrario, ¡Miente!. Yo siempre la tuve, a pesar de no saber cómo
llegaría; sabía cómo sería. Ella venía a mi cabeza en los momentos menos
esperados.
Ahí está de nuevo. ¡Maldita imagen! Es tan
real que no sé cuál es cuál.
Es de noche, estoy con algunos amigos… “Oye, te toca éste round a ti” tomo lo que queda en mi vaso, tomo mi cartera
y me voy. “Dame 4 cervezas, por favor”
y justo cuando voy a sacar el un billete para pagar escucho el “¡Bang!”
Apenas podía entender que pasaba… gritos, histeria, todos corrían de un lado a
otro. Mi vida pasó en segundos delante de mí. Me voltee y antes de lograrlo
completamente se escucha otro “¡Bang!” Esta vez no pude escuchar
gritos, o personas corriendo de lado a lado; esta vez el impacto de la bala
entrar y salir de mi cuerpo. El tiempo se detuvo para ir en cámara lenta, vi
como caía lentamente al suelo. De lejos
pude verlos llorar y con un simple gesto les dije adiós…
Siempre hay una imagen, todos la sabemos,
todos la vemos y todos la sufrimos porque todos de una forma u otra sabemos cómo
moriremos…
“Déjate
de hablar de muertos…”
”Si, mejor ve y búscate otro round que te toca”
“jajaj ustedes, jamás me entienden… las busco ahora”
BANG!
“Nooooo”