....que jamás sucedió…
Sangre de tu sangre se apodero de mi deseo
y lo hizo cautivo de su piel. ¡NO! ¡NO! Salían de mi boca en repetidas ocasiones,
pero el roce de sus labios y esas manos divertidas sobre mi cuerpo fueron más
fuertes.
Mi ropa quedó atrás en el suelo, mientras
yo gemía de deseo, mientras me humedecía con
su entrada y salida de mi cuerpo. Me entregué y dejé escapar mi cuerpo
en la búsqueda de placer.
Deseé la sangre de tu sangre y en lugar de
ser la culpabilidad la que habité mi cabeza, es el deseo con la extraña búsqueda
de un ¡Más!
Anoche fue la noche que jamás sucedió…
Anoche me convertí en un solo cuerpo con sangre de tu sangre. Anoche me dejé
vencer por esa ternura y sentido de aventura que sólo puede un adolescente ofrecerle a una mujer como yo.
Por primera vez, alguien menor, alguien al
que debía guiar por la ruta entre mi boca y mi sexo; alguien que coqueteo con
mis pezones hasta llevarme a la cima, alguien al que quiero de vuelta en mi
cama otra noche. Alguien que para mi desgracia es sangre de su sangre.
2 comentarios:
Ay santo
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