Soy quien quiero ser. Voy donde quiero ir. De un lado a otro viajo sin dirección en mi camioneta color violeta. Puedo ir a los 50 o al futuro. Soy como dicen en las películas de Hollywood una “rebelde sin causa”. Soy libre, soy yo. No creas que nací con mi súper camioneta, eso fue algo que tuve que ganar poco a poco. Estudie ciencias, historia, diferentes culturas e idiomas; me tenía que preparar para poder pasar por desapercibida en todos los lugares. Si alguien se llegase a enterar de lo que podía hacer intentarían matarme. Llego el punto en que todos pensaban que tenía problemas mentales, nadie entendía porque estudiaba tanto y la razón de querer viajar en el tiempo les parecía absurda. Yo deseaba ser como Carmen Santiago. ¿Recuerdas?, ¿La de las caricaturas que siempre era perseguida por dos hermanos detectives? Crecí deseando ser ella. Busque información de la máquina del tiempo y los cálculos matemáticos no eran tan precisos como para que fuese real. Cuando me comenzaba a dar por vencida llego a mi casa una invitación. Esta invitación era algo extraña o mejor dicho diferente; era color violeta y decía “Montante en la camioneta de la imaginación” en ella venia unas llaves. No sabía de que se trataba pero no tenía nada que perder, fui al lugar indicado y me dejaron saber que yo había sido la elegida.
Ahora ere tu quien debe conducir...
1 comentario:
Wow, si yo pudiera encontrar un carro violeta; es bien raro conseguir uno.
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