Cuando todos pensaban que las prohibiciones habian quedado en el siglo pasado; se equivocan. Apenas tengo 11 años de edad y en lugar de estar jugando o hablando de chicos por las esquinas estoy en una “carcel con clase” como le llaman mis padres. Estudio en una escuela en la cual solo puedo ser como la madre quiera que yo sea y si violo sus directrizes puedo terminar como José. Este era un chico que ideo la manera más simple de burlar la seguridad de aqui para poder escaparse pero su plan salió mal y fue apuñalado en el centro de la escuela para que todos podamos ver lo que nos podía pasar de intentar lo mismo. Podra sonar un tanto increible pero es asi, lo peor de todo es que nuestros padres lo saben. Ellos juran que el mantenernos alejados del mundo exterior nos hará más puros para el día del juicio final. Reconozco que es una barbaridad pero esta es la realidad de todos los que nos encontramos aqui encerados. No nos permiten tener acceso a libros relacionados a nada que pueda perjudicar nuestra supuesta “moral”. Un profesor completamente diferente a todos filtro en la biblioteca libros de historia, revistas y unos cuantos periodicos para poder mantenernos al día de lo que sucede en nuestras narices. No puedo escapar porque temo por mi vida, pero debo idear una solución pronto.
lunes, 15 de diciembre de 2008
Realidad en sueño
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