Hasta ayer, los días de lluvias eran mis favoritos. Me permitían ver como el agua caí en mis ventanas mientras mi mente volaba a lugares jamás creados. Ayer, Sucedió lo que tanto temí en algún momento. Tuve un accidente. Esos segundos en los que mi auto chocaba con otro fueron sin duda alguna los momentos más aterradores de mi vida. Los que pasaban no podían creer que había quedado “intacta” quizás fue Dios o buena suerte cualquiera que haya sido se le agradece de igual forma. Estoy bien, bueno mi cuerpo al menos si, ya que mi cabeza no lo está. Estuve años ignorando la idea de conducir por miedo a lo inevitable. No quiero volver a tocar un volante pero sé que la necesidad me llevara a uno. Tengo marcas en los brazos, hematomas en el pecho y caderas y lo peor tengo miedo.Ayer murió mi Daewoo Lanos 2001.
No hay comentarios:
Publicar un comentario