¿Podrá ser posible esa frase? No sé pero me anotare en la lista de espera. Quizás pronto llegue alguien. No soy la única anotada en la lista. Menos mal así el viaje será más divertido. ¿Quién será? ¿Lo conoceré? No importa, al menos no iré sola. Cuando llegue a alta mar, gritare tan fuerte como mis pulmones me lo permitan, no limitare el viento a una simple roce, no me cohibiré, conoceré el placer aunque sea sola, hare todo aquello que me es prohibido en este lugar, en fin simplemente seré yo. Tomare el timón de mi vida y dejare que el mar decida la dirección correcta. ¿Me equivoco? Pues nos montamos de vuelta y continuamos. De todos modos este viaje no tiene fecha de regreso solo de salida. Estoy ansiosa. Nadie llega y mis deseos me devoran. Esperare un poco más.
Ha pasado algún tiempo desde que estoy esperando. Posiblemente ya nadie venga hoy. Pero yo no quiero esperar. Tomare todo lo necesario e iniciare este viaje sola.
Con la frase “Que las fuertes corrientes me lleven lejos de aquí”, Mirna se monto en un pequeño barco de madera y se dejó llevar por las corrientes de lugares que ni siquiera el hombre ha conocido. Borraré si nombre de la lista al igual que el primer nombre, ellos ya comenzaron su viaje por los grandes marres. Mientras pondré por aquí cerca todo lo que necesita el próximo en la lista para que comience su viaje solo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario